Alma in vitro
Así me veo ver
visto, vitro espejo
torcido, achumado,
enjuto aeroplano
chino, diagonal,
cabroso y agolpado,
en una punta la
planta, el viento y el pelo
en la otra,
jamón en polvo,
reojo colado, hueso de léxico.
Noticias, albricias,
cajón.
Medias, humedad de
ser tantos:
urgente falencia,
luz alumbrada; jamón
en polvo de la punta
opuesta, cansina,
hachera, fagosa. Pérfida -perdida.
El esternón no duda
porque no puede;
dura yunta
de graves,
del sueño a todo,
moro mocho
pogo
del alma
singular ni lugar
circular,
alma con flash,
carbón de alma, carburado jamón
de sal,
piel de agua, sangre
de ojos máquina
de no estar.
Arcos lisos con jugo
celular,
divorcio de la
frente que olvida al parietal,
arcos dedos de
gordos chanfles
del pecho
el pelo hundido, el
nodo
del alma flash.
Son tan pocos los
que están acá.
Que sin dejar de
fumar nunca
jamás en la vida
-de cuero, cabelludos-
fuman jamás.
¡Acá entre brazos
lo ajeno!
¡Acá en el choque,
gota de lo extenso!,
injusta y
violentamente no iluminado
por el cráneo
comunal.
Acá en el cerrado
sublime tufillo
divino del calcio
mínimo,
mimo de lo ínfimo
dulce cosa resacosa
mandanos caricia que
apunta
sus canales de nada
llenos,
y gracias, amiga,
ignorante de los dedos,
inocente amiga en la
cara
del pie que hace
frente,
existencia rosa,
carne prohibida
de decir iluminada.